Circulan por Internet desde hace tiempo las famosas siete profecías, tomándolas por algo cierto anticipado por los mayas. En mi escritorio tengo entre otros los libros de El Popol Vuth, El Chilam Balam y desde hace unos días, el más reciente, titulado Descifrando los códices mayas, 2012, y no encuentro en ninguno de ellos nada que se relacione con las mismas.
De la cultura maya escrita apenas si quedan como testimonio tres códices, el de Madrid, el de París y el de Dresde; este último el mejor conservado de todos.
Es precisamente este último el fundamento del mencionado libro Descifrando los códices mayas, 2012. Está editado por ediciones Índigo y su autor es Tito Maciá, un multifacético astrólogo alicantino.
Probablemente sea esta faceta la que aporte un mayor acercamiento a las predicciones, que no profecías mayas. Tito Maciá se ha esforzado en aclarar la simbología maya con cientos de descripciones y dibujos, que dan un valor de referencia sólida al libro. Además es un libro bien escrito y bien documentado.
Los mayas eran extremadamente meticulosos en sus calendarios. El octavo fragmento del Códice de Dresde habla del final de los tiempos, que sitúa en el 22 de diciembre de 2012, como término de la Era de 13 Baktunes (5200 años) 13.0.0.0.0. Este final de los tiempos, señala el inicio de un nuevo ciclo, precedido de las manifestaciones del profundo cambio que le antecede: deshielos, desequilibrios, calentamiento global. Es ahí donde el trauma experimentado por el pueblo maya, adquiere el carácter de advertencia para las siguientes generaciones.
Agradecería a quienes lean este blog y tengan conocimiento del lugar en piedra o en libro donde se mencionen las profecías antedichas, tengan la amabilidad de hacerme llegar referencia contrastada de las mismas.
El Códice Dresde es un legado cultural del pueblo Maya, un manuscrito valioso que contiene veinte maneras distintas de computar los tiempos, de medir primaveras, de prevenir la llegada de las lluvias, advertir de los tiempos de sequías, señalar tempestades, inundaciones o huracanes; también contiene tablas astronómicas y de eclipses calculados con una meticulosidad extraordinaria, y un calendario milenario que finaliza su recorrido en el año 2012. Un mensaje escrito por los astrólogos-sacerdotes Mayas de la península de Yucatán que habla de un cambio total, del final de los tiempos, del principio de una era nueva, ése es el secreto oculto durante más de mil años en el Códice Maya ahora traducido por Tito Macià facilitándonos las claves de su interpretación de forma asequible y fascinante, dándonos las herramientas necesarias para que las utilicemos de manera positiva y creativa.VICENTE (TITO) MACIÀ PÉREZ nació en Alicante la madrugada del 18 de abril de 1948.
En su juventud, algo disipada, estudió desde diseño industrial a medicina, pasando por trabajos como piloto de carreras. Erudito en esoterismo, sufismo, medicinas alternativas y ecologismo, funda varias librerías especializadas y centros de debate y discusión. Es profesor de astrología desde 1977 y ha impulsado numerosas actividades relacionadas con la investigación y difusión de la astrología.Ponente asiduo en los congresos astrológicos y firma reconocida en múltiples publicaciones.
De la cultura maya escrita apenas si quedan como testimonio tres códices, el de Madrid, el de París y el de Dresde; este último el mejor conservado de todos.
Es precisamente este último el fundamento del mencionado libro Descifrando los códices mayas, 2012. Está editado por ediciones Índigo y su autor es Tito Maciá, un multifacético astrólogo alicantino.
Probablemente sea esta faceta la que aporte un mayor acercamiento a las predicciones, que no profecías mayas. Tito Maciá se ha esforzado en aclarar la simbología maya con cientos de descripciones y dibujos, que dan un valor de referencia sólida al libro. Además es un libro bien escrito y bien documentado.
Los mayas eran extremadamente meticulosos en sus calendarios. El octavo fragmento del Códice de Dresde habla del final de los tiempos, que sitúa en el 22 de diciembre de 2012, como término de la Era de 13 Baktunes (5200 años) 13.0.0.0.0. Este final de los tiempos, señala el inicio de un nuevo ciclo, precedido de las manifestaciones del profundo cambio que le antecede: deshielos, desequilibrios, calentamiento global. Es ahí donde el trauma experimentado por el pueblo maya, adquiere el carácter de advertencia para las siguientes generaciones.
Agradecería a quienes lean este blog y tengan conocimiento del lugar en piedra o en libro donde se mencionen las profecías antedichas, tengan la amabilidad de hacerme llegar referencia contrastada de las mismas.
El Códice Dresde es un legado cultural del pueblo Maya, un manuscrito valioso que contiene veinte maneras distintas de computar los tiempos, de medir primaveras, de prevenir la llegada de las lluvias, advertir de los tiempos de sequías, señalar tempestades, inundaciones o huracanes; también contiene tablas astronómicas y de eclipses calculados con una meticulosidad extraordinaria, y un calendario milenario que finaliza su recorrido en el año 2012. Un mensaje escrito por los astrólogos-sacerdotes Mayas de la península de Yucatán que habla de un cambio total, del final de los tiempos, del principio de una era nueva, ése es el secreto oculto durante más de mil años en el Códice Maya ahora traducido por Tito Macià facilitándonos las claves de su interpretación de forma asequible y fascinante, dándonos las herramientas necesarias para que las utilicemos de manera positiva y creativa.VICENTE (TITO) MACIÀ PÉREZ nació en Alicante la madrugada del 18 de abril de 1948.
En su juventud, algo disipada, estudió desde diseño industrial a medicina, pasando por trabajos como piloto de carreras. Erudito en esoterismo, sufismo, medicinas alternativas y ecologismo, funda varias librerías especializadas y centros de debate y discusión. Es profesor de astrología desde 1977 y ha impulsado numerosas actividades relacionadas con la investigación y difusión de la astrología.Ponente asiduo en los congresos astrológicos y firma reconocida en múltiples publicaciones.
En sus trabajos escritos toca temas tan profundos como la simbología astrológica, las flores de Bach, la astrología y gemoastrología, las artes arábicas, sinastrías, aromaterapia, etcétera.
Pero su chispeante sentido del humor le impide quedarse tan sólo en los trabajos concienzudos y, en colaboración con el humorista Eloy Arenas, nos deleita con sus ácidas descripciones de los signos.
